Contextualización

La actividad, propuesta para 25 jóvenes- adolescentes entre 14-16 años en contextos de exclusión social, debe tener en cuenta la etapa madurativa de los participantes, asumiendo, en la mayoría de los casos, que son momentos vitales importantes, tanto por edad como por situación social. Otros estudios de psicología social también contemplan el factor género como fundamental a tener en cuenta en el desarrollo moral de la persona, Calvo, González y Martorell (2001), describiendo una mayor capacidad por parte de las mujeres.

Es importante resaltar,  que la actividad se dirige a una población que vive en contextos sociales y familiares donde el desarrollo moral no se ha dado, en la mayoría de los casos, de manera sana y positiva y que tienen referentes relacionales poco consistentes.  Se tendrá en cuenta en la propuesta didáctica la importancia del proceso y  la experiencia personal-familiar de cada uno/a de los/las jóvenes.

Es importante tener en cuenta que el grupo se conozca bien y hayan alcanzado un nivel de confianza relevante que puede permitir desarrollar bien la actividad y generar cambios y avances tanto a nivel personal, como grupal. 

La propuesta puede adaptarse a jóvenes-adolescentes que estén en otros contextos socioeconómicos y familiares. 

 

Necesidades sentidas y no sentidas

La metodología defiende partir de las necesidades de los participantes, aunque es importante matizar entre aquellas necesidades que los jóvenes son capaces detectar y aquellas que son inconscientes y que el mismo proceso educativo debería despertar. 

No todos los jóvenes tienen las necesidades al mismo nivel de conciencia. Algunas necesidades son muy importantes para unas personas y tan apenas lo son para otras. En ocasiones, necesidades evidentes para un observador externo no lo son para la persona en cuestión . A efectos prácticos la conciencia acerca de las necesidades puede ser dividida en dos tipos: sentidas o conscientes y no sentidas o inconscientes. Ambos tipos son importantes, ambos debemos tratar de satisfacerlos. El hecho de que todas las áreas del joven estén interrelacionadas hace esto último importante y necesario.

En muchas ocasiones las necesidades sentidas se presentan como el camino o el puente para llegar a aquellas que no son sentidas o permanecen a un nivel inconsciente.